Ustedes se preguntarán...qué estoy diciendo?! Cómo puedo darle la bienvenida a una dolencia psíquica que es cada vez más frecuente? Que es vivida con una intensidad de angustia y apatía que sólo los que han pasado por ahí pueden entenderlas? Cómo es posible recibir de parabienes a ese nuevo yo apático y desganado que interfiere, triste e implacable, en el devenir de la rutina diaria, en la organización familiar y en el trabajo, con bajas que se encadenan eternas? Cómo le estoy dando la bienvenida a una enfermedad estigmatizada que se le asocia inmediatamente con la locura y el sinsentido, con la tristeza y la desesperación, con la incapacidad, la apatía y la desesperanza? Quizás sea porque nuestra sociedad actual, desarrollada, contemporánea y occidental, rechaza y resiste todo lo que implique dolor, para nosotros y para los nuestros. Está claro que lo doloroso nos hunde, nos da miedo y nos paraliza, pero a la vez, es necesario entender y aceptar que el dolor es una emoció...
Bienvenidos! Aprovecho este espacio para acercarles, desde mi experiencia y formación profesional, una visión de la Psicología Clínica accesible a todos, como una herramienta magnífica para el conocimiento personal y eficaz a la hora de resolver problemáticas de la vida cotidiana, no sólo lo relacionado con trastornos mentales graves. Además escribiré sobre temáticas relacionadas con la orientación educativa y familiar, Arte y Filosofía y las que vayan surgiendo...