Gota a gota, el vaso se va llenando hasta que se desborda. Aquello que antes lo hacía con una cierta facilidad y destreza, ahora ya no. La desgana le juega una mala pasada: ya no tiene ilusión, no hay interés ni buena disposición para hacer las rutinas diarias, para el trabajo dentro y fuera de casa, para la atención de los hijos/as o los nietos/as...Demasiadas responsabilidades, propias y ajenas, demasiadas obligaciones por cumplir y muy poco tiempo para sí misma/o, para sus intereses personales, para el ocio y una más que merecida relajación. Mientras tanto, el reconocimiento de los demás a los años dedicados con abnegación y a sus incontables sacrificios, no es el que esperaba...
La depresión por estrés emocional se trata de un proceso gradual y acumulativo, casi imperceptible y "soportable" que, poco a poco, va agotando la energía, las ganas de hacer y de estar hasta que la persona se quiebra, cae en picado su ánimo y motivación personal generando estados depresivos acompañados de una sensación generalizada de pesadez en el cuerpo, los miedos se van amplificando hasta sentir ansiedad y esas ideas obsesivas que no paran de insistir hasta el agobio. También es típico experimentar sentimiento de culpa y persistentes auto-reproches sobretodo, cuando la familia y sus amigos/as se preocupan y sufren por él/ella. No quiere eso, pero no puede evitarlo.
Este agotamiento mental y corporal es más frecuente y más visible entre las mujeres quizás, debido a haber recibido históricamente, una educación basada en estereotipos sociales y morales que han coartado su libertad, enfocando su valoración personal según la mirada condicionadora de los demás, una educación basada en el miedo y el sentimiento de culpa cuando no responde a las expectativas familiares y sociales depositadas en ellas. Finalmente, la mujer es víctima de haberlo dado todo por los otros, olvidándose de sus propias necesidades y deseos personales. Así, ante la imposibilidad de seguir forzando la maquinaria, la persona entra en una inercia negativizante en la cual le es fácil entrar pero difícil de salir...aunque nunca imposible!
La sintomatología inicial abarca el cansancio físico, insomnio o sueño interrumpido, irritabilidad y susceptibilidad, impaciencia y preocupación indiscriminada, falta de concentración, apatía afectiva e ideas obsesivas, recurrentes. Si bien los síntomas son muy diversos y psicológicamente dolorosos, este tipo de depresión es muy tratable, teniendo en cuenta que es posible aprender a regular las emociones (el miedo, la culpa, el rencor, la ira..), lo que colabora en aliviar y desaparecer el malestar para resolverla saludablemente y, en la mayoría de los casos, con una cierta prontitud.
La mejor manera de superar este cuadro clínico que alcanza tanto aspectos emocionales como físicos, es encontrando tiempo libre para descansar y para relajarse, ir haciendo sin prisas y con pausas, buscar de hacer lo que les motiva e interesa. Para ello será necesario construir una actitud más abierta, sincera, auto-empática y flexible frente a las obligaciones diarias y las responsabilidades que no sean propias, frente al sentimiento de culpa, las exigencias internas y externas, frente a la necesidad imperiosa de tener todo bajo control.
La consideración, la franqueza y el respeto hacia uno/a mismo/a, el conectarnos con quién somos y lo que deseamos, será esencial para conseguir el equilibrio y esa ilusión por vivir, ahora adormecida.
Ahora bien, cuándo es oportuno consultar con la/el especialista?
- cuando el estado general de la persona estresada está desmejorando, cuando el miedo es cada vez más intenso y creciente, al punto de interferir en la ejecución de las rutinas diarias;
- para asesorarse sobre si es conveniente tomar psicofármacos (antidepresivos, ansiolíticos, hipnóticos, etc.), ya que, según el caso, medicarse puede ser contraproducente;
- eres su pareja, familiar o amiga/o y estás interesada/o en saber cómo colaborar en su bienestar emocional y en su recuperación.
Consulta gratuita -presencial o por correo electrónico- para asesoramiento, orientación, valoración del caso y pre-diagnóstico.
619 312 995 (whatsapp) - silviastaps6@gmail.com
Psic. Silvia Staps.
El sujeto gregario está expuesto a numerosos factores de presión El costumbrismo y la llamada normalización social se han ocupado ya de ir bregando con todos ellos tomando por correctos lo que son los comportamientos mayoritarios. Como que vivir en la sociedad urbana significa vivir en una sociedad esencialmente patológica no hay modo de escapar al contagio de sus enfermedades. En realidad no existe el sujeto social sin que sea la victima propiciatoria al sistema en el que está inserto y del que es siervo. La depresión encuentra en esa inserción las causas oxigenas para hacer una caída en picado en la actividad o un desajuste en su identificacion tanto con el entorno como con el sentido existencial. El tratamiento psicoterapéutica para tratar a la persona con minusvalía emocional para seguir luchando por la vida, por su vida, necesita de un método que conecte el análisis de lo personal con el análisis de lo social. N perder o de perspectiva que en una sociedad enferma todos sus habitantes enfermamos ayuda a una estrategia de cura.
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