Esta vez cerró los ojos. Prefirió no mirar, no saber, no entender, no detenerse... Si bajaba el ritmo buscando aminorar su vorágine interna, todo se desmorona ría a su alrededor y l e engulliría con ferocidad. No podía parar... Su frustración y su exagerada autoexigencia, machacaban su escasa tranquilidad sometida a ciclos viciados casi etern os . Hac ía tiempo que no d ormía una noche entera. S u sueño a menudo era interrumpido por escenas oníricas tan potentes que la sobresaltaban y que l e hac ía n saltar, literalmente, fuera del sueño...y de la cama. Su ánimo empastillado , su cara desfigurad a por el cansancio y un a honda pena atravesaba filosa su garganta, quebrando su voz en mil pedazos cada dos por tres. Llanto fácil. Sensibilidad álgida . N ecesitó parar ( se) a p ensar quién era, qué necesitaba y a dónde iba con tanta prisa derrochando tanta energía y su tan preciado tiempo! Así fu é como uno de eso...
Bienvenidos! Aprovecho este espacio para acercarles, desde mi experiencia y formación profesional, una visión de la Psicología Clínica accesible a todos, como una herramienta magnífica para el conocimiento personal y eficaz a la hora de resolver problemáticas de la vida cotidiana, no sólo lo relacionado con trastornos mentales graves. Además escribiré sobre temáticas relacionadas con la orientación educativa y familiar, Arte y Filosofía y las que vayan surgiendo...