El comportamiento de los niños en la escuela suele estar íntimamente ligado a su desempeño intelectual/académico, a sus habilidades y recursos sociales a la hora de relacionarse con los demás, como así también, al entorno familiar al que pertenece. Por ello, es importante tener en claro que las dificultades que un/a niño/a puede manifestar en el colegio o en casa, atenderán a circunstancias que, transversalmente, tienen que ver con el entramado de sus propias experiencias relacionadas con su rendimiento académico (cuánto), las relaciones sociales (cómo) y el entorno familiar (cuál). Cuando un/a niño/a presenta problemas de comportamiento tanto en casa como en el colegio, seguramente alguno de estos ámbitos (escuela-sociedad-familia), desequilibra a los otros generando cierto grado de confusión que favorece la manifestación de estas conductas díscolas a modo de señal de alerta o un llamado de atención dirigido a los padres y educadores especialmente. La Orientación es inher
